sábado, 19 de enero de 2008

Uno de cada cinco alumnos sufre estrés en exámenes


Comerse las uñas impulsivamente, morderse el pelo, tocarse la ceja, tembliquear las piernas… es época de exámenes y los estudiantes están a punto de estallar; los alumnos fotocopian los últimos apuntes; las aulas, que han estado todo el año vacías, se llenan de chicos y chicas histéricos con la esperanza de que en la última clase se den pistas sobre qué entrará en el examen, y en las bibliotecas no cabe nadie más.

El estrés y la ansiedad son los males del siglo XXI. En Europa lo padecen 7.000 personas; concretamente en España, el 84% de sus habitantes lo han sufrido alguna vez, siendo las profesiones de docencia, sanidad y periodismo las que se llevan los índices más altos. Pero además durante este mes, un 20% de los alumnos universitarios españoles se sienten estresados. Febrero y junio son los meses en los que se amontonan los apuntes y se estudia todo lo que no se ha estudiado durante el curso.

Se dice aquello de “aprovecha estos años que serán los mejores de tu vida”, y es que los estudiantes tienen fama de vivir “la buena vida”, fiesta y amigos; pero este mes es la excepción, es el mes de los atracones de letras, fechas y fórmulas. Los profesores observan a los alumnos más inquietos y nerviosos, es una respuesta defensiva para resolver el problema inmediato que es el examen.

Fenómenos como “quedarse en blanco” o tenerlo “en la punta de la lengua” son respuestas emocionales comunes, como consecuencia a memorizar a última hora en lugar de un aprendizaje progresivo y planificado. “En la cabeza cabe todo siempre que se guarde en la memoria a largo plazo asociando lo nuevo y lo que ya se sabe”, aseguran los psicólogos.

Hay quienes relacionan este problema con el actual sistema educativo, que hace sentir al estudiante que tiene que esforzarse en superar exámenes en lugar de transmitirle que es un proceso diario de adquirir conocimientos. A este respecto, la Unión europea ha aprobado implantar antes del 2.010, un modelo educativo de Universidad Europea, que proviene del convenio de Bolonia. Plantea un modelo educativo basado en el aprendizaje diario a base de trabajos prácticos y evaluación continua donde prácticamente desaparecen los exámenes, y el docente ejerce un papel de tutor.

Que la ansiedad no gane al alumno es el objetivo de los cursos que se realizan estos días para enseñar a los alumnos técnicas de autocontrol y resolución de problemas. Los profesionales aconsejan instrucciones como descansar diez minutos cada hora de estudio o nunca repasar justo antes del examen. Dicen que lo ideal es estudiar durante el curso. Ahora llega un nuevo cuatrimestre para planteárselo, y si no, siempre quedará septiembre.

1 comentario:

Pável Chíchikov dijo...

Recuerdo que mis antiguos compañeros y profesores de la Facultad de Derecho no solían encajar bien este tipo de críticas, digamos, "sociológicas". Les parecía que todo formaba parte de una estrategia socialista, quejica, paternalista, que no busca la excelencia a través del esfuerzo sino el regalo de títulos y de oportunidades.

Ni que decir tiene que ese opinión tan liberal y "viril" me parece una ingenuidad. Los exámenes producen estrés, pero sobre todo generan ignorancia. Uno puede licenciarse en Derecho sin haber ejercitado el cerebro más que para memorizar. Nunca hay lectura crítica, redacción de textos exigentes (tomando referencias de varios libros), debate en círculos reducidos y demás actividades que en otros sistemas educativos sí permiten que la experiencia universitaria sea más provechosa.

Quizá sea una ingenuidad proponer la eliminación de los exámenes. Pero si la cosa dependiera de mí, no tengo duda de que haría hincapié en lo que tú misma dices en el artículo: no basarlo todo en un todo o nada final, en un frío examen, en una concentración del esfuerzo en meses excesivamente fríos o calurosos. No se aprende en dos semanas. Se aprende siempre. Por supuesto que hace falta esfuerzo, pero éste debe ser diario. Y no propongo infravalorar la memoria: sólo digo que pensando y escribiendo se memoriza mucho mejor (que prueben a escribir un ensayo, ¿verdad?).

Por cierto, tienes un buen estilo. Te incluyo en mi lista de blogs recomendados.