jueves, 10 de enero de 2008

¿Merece la pena?

Dicen que la principal diferencia entre Periodismo y Literatura es que mientras que la Literatura narra hechos ficticios que parezcan lo más reales posibles, el Periodismo debe narrar hechos reales que resulten lo más inverosímiles posible. Basándose en esta premisa extendida y en ímpetus y vanidades, muchos medios de comunicación han llevado lo inverosímil al extremo haciendo tambalear los límites entre ficción y realidad.

Y en este espacio, bucean nuestros periódicos, nuestras televisiones… se desarrolla nuestra ética… ¿tendremos los medios de comunicación que nos merecemos?… es la eterna pregunta.

Entre la libertad de prensa, la libertad de expresión y el derecho a la intimidad media el respeto… o eso se supone pero… …pero siempre hay peros.

La literatura y el cine han hecho de la profesión periodística un idealizado oficio de bohemios, viajantes, borrachos y utópicos escribientes de Café… a la par que investigadores, inteligentes, valientes, atrevidos…

“La persecución en la noche, la captura del pirómano, toda la aventura, terminaba allí, en aquellas líneas de plomo recién fundidas y moldeadas y que iban a imprimirse, dentro de breves instantes, en el papel blanco, convirtiéndose en un periódico. Antes de una hora, todo estaría listo. La edición de Toulouse brotaría de las rotativas con su sensacional titular a seis columnas.” (Seis columnas en primera, Pierre Gamarra. 1969, Ed. Mensajero. Bilbao. Pág. 217)

Es sólo una nota. Aún hoy, décadas después de aquellos periodistas que encontraban cosas grandes de las cosas más pequeñas, algunos medios quieren utilizar armas similares pero a escalas agigantadas y con prioridad en la maximización de beneficios económicos… y el mito se queda en fraude.

Es curioso que el reconocimiento de profesionalidad periodística esté hoy vinculada a los Premios Pulitzer, unos premios concedidos por primera vez en 1917, y que hacen honor a un hombre que se dedicó a buscar noticia dónde no las había, a poner la guerra donde le hacía falta una noticia, y a crear noticia basándose en todo tipo de calumnias e injurias. Es curioso que su poca ética le diera suficiente dinero como para borrar memorias y ponerle nombre a unos premios que halagaran el periodismo que él nunca hizo. Es ciertamente paradójico.

El periódico alemán Bild-Zeitung, fundado en 1952, ostentaba, al menos hasta el 2004, el primer puesto en cuanto a tirada diaria en Europa y el tercer puesto en el mundo. Considerado un periódico sensacionalista, sus titulares son grandes, su lenguaje claro, y sus historias llamativas… En España, entre los medios más leídos encontramos a las revistas del corazón…. Y de la calidad de la información en televisión… mejor no hablar. Sin olvidar que además España sigue estando entre los países con índices de lectura más bajos…

Si los ciudadanos no están interesados más que en lo morboso, y sus ganas de activar sus estados de conciencia están oxidadas… ¿pueden quejarse de los medios que tienen?

García Lorca decía que el teatro era el termómetro del pueblo… ¿Serán nuestros periódicos, nuestras radios, nuestras televisiones, nuestros portales de Internet… nuestro termómetro?... Porque si es así, las fiebres están muy altas.

Si los periódicos (y medios en general) sólo están preocupados por la necedad, por la calumnia, por los gritos, por la agresividad… Si para entrar en ese juego desleal es para lo que estudiamos Periodismo…

A la pregunta de “¿Por qué has abandonado la profesión? (de Periodista)”, la respuesta que me dieron fue… “Porque no quiero dedicarme a vociferar a los políticos”… Es triste que en eso se haya convertido este oficio de soñadores. ¿Merece la pena, entonces?

1 comentario:

estrella de mar dijo...

Mi profesor de Redacción Periodística del año pasado decia que el texto literario era lo opuesto a la noticia periodítica.

En la noticia lo más importante es la verdad. Luego la concisión, la sencillez, la claridad... pero sobre todo la verdad.

No te puedes inventar las noticias, aunque en El Mundo no lo tienen muy claro. Parece mentira, pero lamentablemente para la deontología periodística la realidad es así. La buena noticia es que hay una diversidad de medios de comunicación muy amplia, así que siempre puedes escoger.

Ya te metí en favoritos, así que te haré visitas asiduas... ahora tengo mucho tiempo libre.

Un abrazo!!