viernes, 26 de octubre de 2007

Complicidad


En la radio, unos tertulianos discuten sobre la posible fecha de caducidad del amor. El amor da para páginas y páginas pero a mí no me apetece hablar de él, al menos ahora.
Sin embargo, uno de los tertulianos nombra la palabra "complicidad" y a mí me parece una bella palabra. Cuando miras a un amigo y no hace falta decir nada más, siento que es uno de los momentos más puros que vivimos. O cuando escuchas hablar a alguien, o lo lees, y lo que dice lo acoges tú y piensas "qué bien explica lo que yo siento", o "me encantaría, aunque fuera, tomar un café y conversar, porque es tan interesante"...
Y no hablo de amor, ni de seducción, ni de sexo, ni de poder... hablo de cosas más sencillas, de un montón de desconocidos con los que compartimos muchísimo sin saberlo o de un montón de conocidos, con los que hablamos a diario, con los que tenemos conversaciones correctas todos los días y a los que, sin embargo, desconocemos en absoluto.
Y nos encantaría decirles "pero sigue hablando...", "quiero escucharte", y sin embargo, les decimos "buenos días", "buenas tardes".

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